miércoles, 28 de mayo de 2014

El Triángulo o Utthita Trikonasana

Ha pasado tiempo desde la última entrada, más del que yo hubiera querido. Hoy os traigo una figura geométrica... me diréis, ¿cómo?, pues si, porque en el Yoga aparte de asanas que nos recuerdan a animales, también hay otras formas que podemos encontrar en la naturaleza, como el Triángulo. Dime por ejemplo a qué te puede recordar un abeto, alguna montaña, una pirámide... también se pueden ver en tejados, techos de casas... si os fijáis un poquito buscando triángulos a vuestro alrededor, seguro que encontráis muchos.

También podemos formar esta figura fuerte, estable con nuestro cuerpo como os muestra mi Cuco, ante la algarabía de unos pequeños triángulos con los que estaba jugando y comenzaron a ver quién imitaba a quién (se lo estaban pasando pipa, jajaja).

Veamos cómo lo ha hecho:


Cómo veis el nombre en Sánscrito es "Utthita Trikonasana", que quiere decir, Extendido - Triángulo - Postura, así que tendríamos un Triángulo Extendido.

Nos preparamos desde la postura de la montaña, de pie y saltamos para abrir las piernas.

Vamos a comenzar la extensión por la parte derecha, así giraremos nuestro pie derecho con la punta el mismo hacia afuera (formando 90º) y el pie izquierdo girara un poco hacia adentro.

Vigilamos que estemos mirando al frente, es importante para que nuestra cadera no se gire.

Elevamos los brazos por los laterales, dejándolos paralelos al suelo y a la altura de los hombros. Deben estar abiertos para que nuestro pecho también se abra, por lo que éste lo elevaremos al cielo.

Tomamos aire y al expulsarlo nos estiramos con la mano derecha como si quisiéramos coger algo que está un poco más allá. Estiramos más como si aún no pudiéramos tocarlo y necesitáramos un poquito más.

Manteniendo los brazos en cruz, llevamos la mano derecha a la pierna o al tobillo derecho, donde lleguemos, mientras el brazo izquierdo se eleva hacia el cielo.

Giramos la cabeza para mirar esa mano elevada que apunta hacia lo alto. Respiramos suavemente, manteniendo la postura con las piernas firmes y el pecho elevado.

Para deshacer la asana, podemos seguir los mismos pasos en orden inverso. Y ahora nos faltaría realizarlo hacia el lado contrario, hacia el izquierdo.

Hemos formado un Triángulo, fuerte, estable, con sus tres vértices bien marcados.

Ahora veremos los beneficios del Triángulo: Fortalece y flexibiliza la espalda, las caderas, piernas y los pies. Abre el pecho. Estimula los órganos abdominales por tanto ayuda en la digestión. También alivia el estrés y la ansiedad.